3 POEMAS DE IGNACIO
ELGUERO:
OJOS DE JUNIO.
Espero desatar hoy la sonrisa
que me retiene atado a tu
firmeza.
Velar en tu silencio
el mapa de tus ojos:
golpe de esferas, de
magia extendida,
el plano de tu cuerpo,
luz abierta.
Hoy sueño un sol
radiante
bajo tu blusa blanca,
bajo mi blusa blanca,
convertida la música en
perfume.
¿Por qué busco, qué
anhelo, qué persigo?
Hoy quiero hablar al
tiempo sin engaños,
cantar contigo el himno
de las horas,
rozar abiertamente
tus labios con susurros
cambiando la canción a
ritmo lento:
If
I had you,
ya ves, si te tuviera...
OJOS DE JUNIO II.
I could change the
world if I had you...
He buscado esta noche
el nombre de tus besos.
Si supieras, amor, cuánto
he soñado.
Cuántas veces conjugo
los pretéritos
para poder tenerte medida
en las palabras,
viviendo en el lenguaje.
Para poder sembrar
tu voz bajo mi almohada
pido al tiempo prestado
tu recuerdo.
De tus mejillas a tus
labios
me voy con sólo verte,
en esta noche blanca
en que habito tu boca.
-“No te vayas”, te
pido,
entre nubes y luces.
Tú me das en la lengua
el corazón del cielo.
Tus manos infinitas,
atrevidas, desnudas como
el aire
que se funde en las mías,
me muestran con su tacto
la plenitud del mundo.
Amor, no me conformo;
tenerte no es tan sólo
esta noche de besos.
Por eso cualquier día,
cuando quieras buscarme,
dibujaré caricias
para empezar a amarnos.
2A VENTANILLA
2B PASILLO.
Mapas, pueblos, andenes, estaciones...
Si tuviera dinero me
compraba esa casa,
pintaría los cuartos de
dorado
como el fondo pasivo de
un estanque
donde tú amanecieras
confundida en los
tonos,
dictando tu existencia
tan sólo un leve apunte
de pezones.
Si tuviera tu nombre,
tu mirada de niña que se
aleja,
esa sonrisa cómplice,
despiadada sonrisa...
La tarde va cerrando
sus playas a lo lejos.
El mar allí descansa
como tú,
dormida aquí a mi lado,
ajena a mí, cansada.
3 POEMAS DE LUIS ALBERTO DE CUENCA:
CASTRILLO DE LOS POLVAZARES.
Aquella tarde no se terminaba.
Tus tacones finísimos se
hundían
entre las piedras de
aquel suelo rojo.
Decidiste quitarte los
zapatos
y seguir adelante como
fuese,
sin mirar hacia atrás,
con la arrogancia
del marginado o del
incomprendido.
Te hice una seña desde
el coche: “Sube.
Te vas a destrozar los
pies si sigues.
Vámonos. Este pueblo
está embrujado.”
EL DESEMBARCO.
Me has dejado desnudo en el campo de tenis.
No sé qué voy a hacer.
Me encuentro desolado.
Anoche en el golfo de
Rosas. Tengo frío.
Los griegos desembarcan
en la playa desierta.
TATTOO.
No se me olvida:
voy a hacerme un tatuaje
con tu sonrisa.